Paciencia y final

Es verdad que muchos van perdiendo la paciencia. Pero ¿qué es la paciencia? ¿Por qué tenemos que tener paciencia? Si lo mejor siempre es lo inmediato, lo que disfrutamos, el orgasmo. Pues no, a eso nos ha llevado la idea de consumir por consumir; a querer el instante de gozo y de premio pero solo hay vacío y ganas de más. Una droga poderosa e insaciable.

Entonces ¿cuál es el sentido de leer este texto? ¿Habrá algún sentido? ¿Importará en lo más mínimo? La verdad es que no, nada importa y a su vez todo importa. Es decir, lo que importa siempre fue, y siempre es el camino, la seducción y el deseo, el misterio, no la resolución del mismo, el preparar el ají por tres horas, no el pedirlo por envío a domicilio. Lo que importa es la espera, lo que importa es la búsqueda, mucho más que la llegada. La llegada, el éxtasis, eso sólo existe y tiene algo de sentido si hemos tenido el tiempo para perder en el camino, si hemos podido leer las casi quinientas páginas de cien años de soledad para que el apresuramiento de lectura de Aureliano en los pergaminos y esa su comprensión de no poder salir de ese cuarto “que la ciudad de los espejos (o espejismos) sería arrasada por el viento y desterrada de la memoria de los hombres…” realmente tenga un peso y tal vez un sentido. No sirve de nada leer un libro si lo único que queremos es que termine, saber qué pasa al final. Eso es símbolo de mala literatura. Lo que importa es siempre estar perdido en el instante.

Lo mismo pasa en la gentileza de escuchar que alguien te lee un texto, que alguien te cuenta un cuento, si no lo soportas solo puede ser por dos razones, o el cuento es muy malo y ya sabes de qué va. O eres un ser miserable y triste que no puede concentrarse en el instante del regalo que alguien te hace invirtiendo belleza inservible, desechable, perdida solo para leerte ese párrafo, ese cuento. Para contarte su historia que para él, para ella, es importante.

Cada vez es más frecuente los aburridos con razones. Los que creen que ser un aburrido es un posicionamiento intelectual y solo denota su incapacidad de conectar con ellos mismos y el mundo. Los chicos ya no se pierden en el saber, los viejos ya no tienen paciencia para morirse, solo quieren saber el final.

Se lee mucho hoy, pero se lee el newsfeed de facebook las historias de instagram, que tienen su mérito, pero a veces solo son pildoritas desdichadas para quien quiere consumir ese pedacito de insatisfacción de morbo, de saber si alguien confiesa una enfermedad terminal, un amor infinito, un putazo político heroico, una campaña que no haré yo para salvar el mundo, y entonces puedo poner me gusta, o compartir (si es que no soy tan egocéntrico) y algunos hasta copian textos y pegan porque el texto le dice copia y pega en tu muro, porque ya han perdido incluso la capacidad de decir lo que sienten, mejor si lo dice un texto ya escrito antes, ya escrito por otro, total yo ya no existo, yo no tengo la paciencia para existir.

Este texto inútil dice solo esto, este texto quiere decir más, pero no lo dice porque no puede. Y sin embargo lo intenta. Quiere decir que busco disfrutar más el presente, cada vez pensar menos en el orgasmo, cada vez disfrutar más el no saber en qué terminará todo. De todas formas ya sabemos, al final de todas las historias, todos mueren y todos se hacen daño. Padres, madres, hijos, hijas, esposas, amantes, fotógrafos, cineastas, actores, directores, escritores, amigos, ingenieros y hasta los caporales de San Simón. Pero igual bailan un ratito más, sacan la foto, se abrazan y capturan el instante, porque el final no importa, porque agradezco me leas, porque agradezco que no importe nada. Porque existir es inútil, pero es hermoso.

5 respuestas a “Paciencia y final”

  1. Hola Gabito. Tu texto me ha hecho pensar a “Ichigo-ichie” = “Amar/Apreciar/contemplar/Abrazar la naturaleza ontológica del momento que se vive que se manifiesta. Es el principio de “Sólo una vez en la vida”. No creo en la inutilidad del orgasmo, al contrario… Ese momento de éxtasis/ de gracia que puedes vivir no sólo en el plano sexual sino en todas las dimensiones de tu ser cuando tu alma se reencuentra con el infinito para volver a casa, la primera, la que siempre está…Y existir puede ser inútil y cuando eso llega mejor “croquer la vie à plein dents” juste par plaisir et gourmandise…Un instant d’éternité, dans la gratitude du Vivant qui EST en toi et autour de toi.

    1. Estoy de acuerdo. Pero ese no es el objetivo. El placer importa solo por el camino que nos llevó hasta ahí. El camino es también extasis tranquilo si quieres. Extasis tal vez no es la palabra, sino belleza. Tal vez es eso, suelo poner siempre a la belleza constante y eterna por encima del extasis como objetivo de vida.

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